Carne de membrillo

Pues eso, que nos quiten lo bailao, ya está bien de tanto alimento light, que esto ya lo preparaba mi abuela y ella estaba estupenda, !oiga! La verdad es que desde que lo preparé no me puedo resistir de comer un trocito a media mañana y otro por la noche de postre.

Menos mal que el membrillo tiene 'fecha de caducidad' y dentro de poco ya no los encontraré en los supermercados. ¡Que luego no entro en los vaqueros!

Aunque eso a mi padre no le importaba mucho, pues cada vez que iba por trabajo a Puente Genil (Córdoba) se traía no una sino dos tarrinas de kilo de dulce de membrillo (como también se le conoce a este postre). En Puente Geníl lo bordan. Os lo aseguro yo que llegué a aborrecer este dulce de tanto que comí. Pero como véis solo temporalmete ;-).

Para la presentación os propongo un bocado perfecto, unas mini tostas extrafinas de Bimbo y un quesito fresco Burguitos de Arias encima, delicioso. La vajilla que uso es una preciosa bandeja para bizcocho de Maisons du Monde mod. Cerezas. ¡Seguro que la semana que viene me tengo que poner a régimen!

Es un postre super sencillo, solo lleva tres ingredientes. Lo más difícil es quitarle la cáscara al membrillo, acabé con dolor de mano. Pero no os preocupéis se me pasó en cuanto lo probé aún caliente, aunque entonces me quemé la lengua, bueno ya me conocéis. El dolor me cambió de sitio, je je.

Espero que disfrutéis tanto como mi familia y yo de este sencillo pero delicioso dulce.

Elaboración:

Empezamos por pelar los membrillo. Dura tarea pero no os preocupéis solo son cuatro. Vamos cascando la carne del membrillo con un cuchillo en una fuente y desechamos el corazón.

Ahora según mi peso tengo 950 gramos de carne de membrillo. Entonces vertemos el azúcar, el limón y la canela encima y removemos. Tapamos y dejamos macerar unas 12 horas en la nevera.

Transcurrido el tiempo de maceración hervimos durante unos 30 minutos a fuego medio. Quitamos las astillas de canela y con la batidora lo batimos en caliente. Triturar 2-3 minutos y si lo queréis más fino lo podéis pasar por un chino.

Vertemos en un molde o moldes individuales y cuando esté fría la crema la guardamos tapada en la nevera. Cuando lleve un par de horas en la nevera ya podremos comer la carne de membrillo cortando láminas con un cuchillo.

La combinación de la carne de membrillo con el queso blanco es espectacular, os la recomiendo.

Nota: el tiempo de preparación no incluye el tiempo de maceración.

Carne de membrillo