Ensalada de yuca con pesto cremoso de albahaca

Cuando parece que las ideas en cocina se me agotan, me meto en Pinterest y descubro un mundo de recetas e ingredientes, me encanta esta red social. Si os soy sincera nunca he comido yuca, es un ingrediente que lo llevo viendo en los negocios marroquíes antes que en las fruterías españolas de toda la vida, y que tenía mucha ganas y curiosidad por probar.

El otro día por fin compré una, pero no una cualquiera, una yuca de casi 1 kilo de peso.
Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue intentar cortarla con un cuchillo grande y afilado que tengo. Y lo que me costó, si difícil es cortar la corteza de la calabaza, esta no se queda atrás. Le quité la corteza y pude ver lo blanca que es su carne, sin olor aparente que me llamara la atención. Entonces pensé en cortarla en bastones, igual que las patatas fritas, y freírlas a ver qué sabor tenían.

No le puse sal, y su sabor me resultó un poco dulce y con una textura gomosa. Estaban muy buenas y cuando les puse una pizca de sal y les dí a mi familia a probar, las que había en el plato desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Le había gustado mucho la yuca frita.

Entonces, empecé a darle vueltas a la cabeza para elaborar alguna receta con ella, y ahí estaba, en mi nevera. A mi hija mayor le encanta el pesto, y a la pequeña también pero que no sepa muy fuerte, pues ya estaba la receta en mi cabeza y los ingredientes en la nevera.

Haría la yuca hervida en una ensalada con un pesto cremoso de albahaca.

Elaboración:

Pelamos y troceamos en cubos de dos centímetros la yuca y la ponemos a hervir en un recipiente con media cucharadita de sal.

A los 8 minutos comprobamos con la punta de un tenedor como van de cocción, si se hunde con facilidad ya estarán. Las escurrimos y aprovechamos ese agua para hervir las zanahorias baby unos minutos, con tres o cuatro minutos estarán al dente. Pasamos la yuca por el chorro de agua fría para cortar la cocción.

En un recipiente triturador ponemos los ingredientes del pesto menos la nata. Trituramos todo bien fino.

Incorporamos ahora la nata y batimos unos segundo, dependerá de la textura que queramos darle a nuesta salsa. Probaremos el punto de sal y si fuera necesario lo rectificaríamos, ya que el parmesano le aporta sabor pero puede ser insuficiente.

No deberá ser muy espesa, más bien, como una mayonesa. La nata que yo he usado es con un 35% de materia grasa pero también podéis usar la nata ligera con un 18% de materia grasa.

Como véis en la foto de ingredientes tengo una lata de maíz que pensaba poner a mi ensalada y que al final se me olvidó añadir. Podéis añadir el maíz o no, estará deliciosa en ambos casos. Siento mi olvido.