Medallones de solomillo a la pimienta verde

Esta carne que os presento hoy es una de las más apreciadas del cerdo, el solomillo, por su textura, sabor y ternura.

Esta receta es a la que siempre echo el ojo cuando voy a un restaurante a comer. Siempre miro la carta y busco las carnes, en concreto con salsa de pimienta, me encanta. Lo que pasa es que su precio siempre es de los más altos y como ama de casa que soy siempre miro por el bolsillo.

Suele ir acompañado de una guarnición de verduras o bien de patatas y, depende del día, me pido una u otra. Me imagino que a vosotros os pasa igual.

Cuando por fin me decido y pido solomillo a la pimienta verde me 'cabreo como una mona' cuando la salsa apenas tiene presencia en el plato. ¡A mí me gusta la salsa, yo quiero mi salsa para rebozar cada trozo de carne en ella! Soy salsera, que le vamos a hacer, aunque luego los pantalones vaqueros delaten mi vicio.

Pero luego siempre pienso: Esto con cuatro carreras lo elimino. Aunque claro, si me pusiera a correr mis hijas correrían detrás mía diciendo: ¡Mamá, ¿a dónde vas? ¿Por qué corres? No podemos seguirte, ¡¡¡¡paraaaa!!!, es que me cansooo (esto lo diría mi hija pequeña) cógeme. Y como comprenderéis se me quitan las ganas de correr antes de empezar.

Así que aquí estoy, con mis kilitos de más y mis niñas a mi lado, que estas también cansan como una carrera. Algún día seré libre para correr sin nadie que me persiga llorando (espero que sea pronto).

¿Os pasa a vosotras esto también, o sólo me pasa a mi?

Y, además, la salsa que queda en el plato la finiquito con trozos de pan, ¡¡¡si es que no tengo remedio!!!

Bueno, espero que os guste mi salsa y repitáis.

Elaboración:

Comenzamos por triturar media cebolla o cortarla en trozos pequeños. Rehogar en la sartén con 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra unos minutos. Salar para que sude la cebolla e incorporar el brandy y los granos de pimienta verde.

Hervir un par de minutos para que se evapore el alcohol, añadir la nata. Cocinaremos 2 o 3 minutos y sacaremos la mitad de las pimientas. Triturar el resto de la salsa con la batidora. Verter en una salsera incorporando las pimienta que habíamos sacado.

En una sartén, poner bastante aceite de oliva virgen extra y con el fuego medio-bajo (yo lo hago en el número 6 de mi vitrocerámica) freir las patatas en lonchas, el pimiento en trozos y el resto de la cebolla en rodajas hasta que estén tiernas pero no doradas.

Cuando estén, sacaremos a una fuente con papel absorbente.

Por último haremos medallones con el solomillo de unos tres dedos de grosor (vale, dos si tenéis dedos como los del Increíble Hulk), salarlos y dorarlos en una sartén con el fuego fuerte y un poco de aceite de oliva virgen extra. El punto de la carne os lo dejo a vuestra elección.

Presentamos el plato con la carne un poco salseada y las patatas a lo pobre al lado de guarnición. La salsera en la mesa por si alguien quiere más.

Espero que os guste tanto que mojéis pan como yo... Siempre tendéis tiempo después para ir a correr ;-)