Patatas asadas con guarnición

De mis años de adolescente y hasta bien entrada la veintena una de mis comidas callejeras preferidas eran las patatas asadas con guarnición. Y ahora que lo pienso, era la única, ya que no había otro tipo de puesto callejero en las calles de Málaga a excepción de los vendedores de almendras fritas de calle Nueva.

Todo el que haya paseado por el casco antiguo de mi querida Málaga, habrá oído alguna vez a un vendedor de almendras fritas, que se ponían en calle Nueva, dar fuertes palmas para llamar la atención sobre sus riquísimas almendras. Hoy día podemos encontrar a una decena de estos vendedores situados en las principales calles del centro histórico; calle Larios, calle Nueva, plaza del Carbón y calle Granada principalmente.

O por lo menos en mi última visita, de este verano, yo me los he encontrado en estas calles pregonando sus almendras, a la par que dan fuertes palmadas. Y que si no estás al tanto, te pueden sobresaltar si pasas distraída por su lado. Como le pasó a mi hija pequeña, que pegó un gran bote cuando le sorprendió una palmada al lado suya.

Los puestos callejeros que vendían patatas asadas eran unos hornos verticales (tenían entre cuatro y cinco bandejas) alimentados con gas butano, que se enganchaban al coche igual que un remolque. Y que sus dueños colocaban estratégicamente en calles o plazas con gran tránsito. El puesto o 'carrillo de papas', como se les llamaba en Málaga, donde yo me compraba las patatas asadas era el que había situado en la plaza de la Cruz del Humilladero.

Era rara la vez que bajaba de casa de mis padres a comprar 'papas asadas' y no había cola. En folios pegados con celo en el pequeño puesto tenían la variedad de rellenos que le podías poner a tu patata asada. O más bien 'patatón', ya que, bien hacía medio kilo cada patata. Luego se le añadía la guarnición o relleno y llegabas a casa con la bolsa, donde llevabas la cena, clavada en los dedos, pues fácilmente llegaba a los tres cuartos de kilo.

Vamos que me ponía las botas, como se suele decir. Siempre me he preguntado de dónde sacaban esos sacos de patatas con ese tamaño descomunal. Las que hoy os traigo son más normalitas, aunque lo del tamaño dependerá de vuestro apetito.

En casa las aso en el microondas, más rápido, pero las podéis hacer perfectamente en el horno a 180ºC durante al menos 45 minutos. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas.

Para la presentación elegid boles pequeños y divertidos como estos de la colección Colorclip de Araven. Me encanta poner color y diseño en la mesa y esta colorida vajilla de catering le viene genial a mis patatas con guarnición, :-)

Elaboración:

Para un tamaño mediano de patatas (200 gr. aprox.) yo las suelo asar en el microondas en unos 16-18 minutos. Antes de meterlas en el microondas las pincharemos repetidas veces con la punta de un cuchillo por toda su superfície.

Después de sacarlas del microondas es conveniente dejarlas unos tres minutos reposando para que se terminen de hacer, antes de abrirlas.

Mientras se hacen las patatas preparamos la guarnición con la que acompañaremos nuestras patatas.

En cuencos pequeños prepararemos todos los ingredientes bien escurridos y cortaremos el jamón de york en tacos pequeños. La salsa de mayonesa con un toque de all i oli la haremos en un bol grande ya que necesitaremos bastante cantidad.

Mezclaremos la mayonesa con el all i oli y la leche, hasta que quede una salsa fina y de textura parecida al yogur líquido.

Abrimos las patatas a lo largo y con la punta del cuchillo la vamos troceando y sacando de la piel la máxima cantidad de patata asada posible sin romper la piel.

Le ponemos sal y pimienta y una buena cantidad de salsa. Luego cada comensal se podrá poner la guarnición que desee de los boles que hemos preparado. A mi me gusta con un poco de todo. ¿Y vosotros, con qué la rellenaréis?

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