A veces voy comprando comida en el super porque se me ocurren platos nuevos que preparar, pero no siempre los llevo a cabo porque si sobra mucha comida la vuelvo a poner al día siguiente. Y entonces esa receta que tenía pensada se va al traste.
No sé vosotras pero yo tiendo a comprar más comida de la que necesitamos y luego tengo remordimiento de conciencia cuando se me ha caducado y ya no la puedo utilizar. He pasado por unos años en los que me he comportado bastante bien, comprando sólo la comida a uno o dos días vista; pero últimamente he vuelto a las andadas y tengo la nevera a rebosar de comida.
Me parece que en los proximos días sólo utilizaré lo que tengo en la nevera para preparar mis guisos y postres... La cosa está muy mala como para andar tirando comida! Una vez, un jefe que tuve me dijo a modo de piropo, -eres mujer 'pa un pobre'-, refiriéndose a que aprovechaba cualquier resto que hubiera en la nevera para hacer un estupendo plato.
Todo esto viene a raíz de que tenía los ajetes comprados de hacía días y no les daba uso. Iban a caducar -y con lo que valen-. Empecé a maquinar una receta que al final ha resultado super sabrosa y completa, además de conseguir una bonita presentación. Es otra forma de comer un revuelto de ajetes tiernos.
Elaboración:
Lavamos los ajetes y cortamos en trocitos hasta 3-4 cm del final de la hoja que está más duro para cocinarlo.
En una sartén sofreímos los ajos picados y, a continuación, los ajetes troceados. Lavamos y quitamos la piel de los champiñones y los añadimos a la sartén troceados bien pequeños. Salpimentamos y añadimos el pimentón.
Incorporamos el vino blanco y dejamos a fuego bajo unos 10 minutos.
Mientras batimos 2 huevos junto con la nata y lo vertemos en la sartén 1 minutos antes de apagarle el fuego. Removemos y cuando esté tibio (mientras vamos haciendo las bases de hojaldre) añadimos 1 cucharada de nata. Para que quede más cremoso.
Con dos cortadores redondos con ondas vamos haciendo la base y el borde de nuestras cestitas como muestro en la foto. Con el filo ondulado que obtenemos lo usamos de borde. Si al despegarlo os queda una circunferencia mayor que la de la base podéis cortar lo que sobre con los dedos. A mí me pasó.
Yo he utilizado bastante bien la masa, amasando una y otra vez hasta que he conseguido los 8 cestitos. No obstante, lo normal es que os salgan, aproximadamente, 6 cestitos.
Batimos un huevo y los pintamos. Horneamos 10 minutos a 180º C, pinchando la base con un tenedor para que no suba.
Sacamos del horno y rellenamos con el revuelto de ajetes. Por último ponemos queso rallado encima de cada cestito y volvemos a hornear a 180º C por 12-14 minutos.
Que lo disfrutéis!
Nota: Cuidado no os pase como a mi y os queméis el cielo de la boca por impaciente!
Introduce tu email (imprescindible)
Asunto
Comentario
Introduce el email de tus amigos (obligatorio)