Tarta de queso con vainilla y mermelada de fresa

Esta tarta de queso con vainilla natural y mermelada de fresa casera, ha sido una perdición en mi casa. Una perdición para la dieta ¡claro!, por que en lo que se refiere a sabor es una locura, está buenísima. Os la recomiendo totalmente. Ha sido mi primera tarta de queso en horno y no será la última. Voy a ver si pierdo los "gramillos" que he ganado comiéndomela, para empezar a pensar en hacer la siguiente :-)

Y digo esto por que hace unas semanas me encontré en la biblioteca de mi pueblo, con un nuevo libro de cocina, esta vez era de repostería. Todo, todito, todo dedicado a tartas de queso. Su autora es Hannah Miles, una de las tres finalistas de MasterChef del Reino Unido en el año 2007. Abogada de carrera, su profesión dio un giro radical tras su paso por este concurso. Y ahora se dedica a escribir libros de cocina, columnas culinarias en dos revistas y hacer demostraciones gastronómicas. ¡Qué envidia!

Así que, aquí me tenéis, con 60 tartas de queso esperando que las haga. Me veo renovando la tarjeta del libro en la biblioteca indefinidamente, ja ja.

Las cantidades están pensadas para un recipiente de 26 centímetros de diámetro. He variado un poco las cantidades y he añadido mermelada de fresa casera que tenía en la nevera. Perfecto. Espero que os guste, por aquí ya me están pidiendo otra.

Elaboración:

Derretir la mantequilla e incorporarla a las galletas trituradas. Yo he usado el triturador de la batidora. Mezclar bien. Engrasar con mantequilla y enharinar el molde. Depositar la mezcla y repartir por toda la superficie y las paredes hasta el borde. Os podéis ayudar de un vaso para hacer presión en el fondo y una cuchara en las paredes. Procurando que todo tenga el mismo grosor.

Forrar el exterior de nuestro molde con papel film transparente y depositarlo dentro de un molde más grande, en el que más tarde pondremos agua. El agua deberá cubrir nuestro molde por la mitad.

Batir los huevos e incorporar la crème fraí®che y el queso crema a temperatura ambiente. Batir todo bien y a continuación incorporar la leche condensada, la harina tamizada y las semillas de la vaina de vainilla.

Verter el líquido dentro de la base de galleta y hornear a 170º C durante una hora, aproximadamente. Hasta que la superficie quede dorada y tenga un ligero temblor en el centro al moverla. Con cuidado de no quemaros. El agua del baño María deberá estar bien caliente antes de entrar en el horno.

Sacar la tarta del baño María y pasar un cuchillo por el borde para despegarla bien del molde antes de que se enfríe. Después, puede agrietarse y ya no quedará igual de bonita la superficie.

Dejar enfriar la tarta dentro del horno con la puerta entreabierta. Después, enfriar en la nevera al menos tres horas. Y mejor de un día para otro. Cubrirla con la mermelada de fresa y servir.