Berenjenas con miel de caña

Una de las tapas o segundo plato que más me gustan son las berenjenas con miel de caña. En mi cocina se convierte en tapa cuando la pongo antes del primer plato y no mucha cantidad. Pero cuando tengo una hermosa berenjena en la nevera entonces fijo que irá como segundo plato en la comida del día.

Esta berenjena como podéis ver era grande, así que dio suficiente para los cuatro. Es la forma más sencilla de preparar la berenjena que conozco y casi no mancharéis cacharros.

Para que queden más crujientes mi truco es añadir unas tres o cuatro cucharadas de sémola de maíz (la compro en los establecimientos que venden carne halal, la tienen por sacos) a la harina de garbanzo. ¿Que por qué le pongo harina de garbanzo? pues porque cogen menos aceite al freírlas. Además en una receta totalmente SIN GLUTEN. Con lo cual, si tenéis a algún celíaco en casa la podrá comer sin problemas.

En cuanto a la miel de caña de azúcar, la podéis encontrar en cualquier supermercado Mercadona.

Esta receta la preparaba mi madre en el momento de comerla, así llegan a la mesa crujientes, calentitas y deliciosas. Dejaba el bote de miel de caña en la mesa y siempre había quien metía la cuchara y le ponía a sus berenjenas una ración extra de miel. Esto va al gusto. Yo por mi parte siempre termino rebañando la que queda en el fondo del plato, no veo el momento de comenzar la operación bikini, ufff.

Elaboración:

Lavar la berenjena bajo el chorro de agua y secarla. Cortar la berenjena con un cuchillo afilado en rodajas finas de 3 ó 4 milímetros. Mientras más finas más crujientes saldrán.

En una fuente grande poner agua fría con un buen pellizco de sal. Sumergir las rodajas de berenjena en el agua durante media hora. Yo me ayudo de un bol que pongo encima, así me aseguro que quedan todas sumergidas.

Mezclar la harina de garbanzo con la sémola de maíz. Poner en una sartén abundante aceite de oliva, ir escurriendo y pasando por la harina las rodajas de berenjena. Cuando el aceite esté bien caliente freir por tandas pequeñas la berenjena rebozada. Si tenéis una freidora os quedarán mejor, ya que la harina quemada irá al fondo.

Retirar a un plato con papel absorbente. Pasar a un plato limpio y echarle una buena cucharada de miel de caña por encima de las rodajas aún calientes.