Estofado de ternera con alubias frescas

La estación del otoño es la época de las legumbres por excelencia, es una de mis favoritas junto con el invierno, ya que en casa nos encantan los platos de cuchara. Eso de abrir la olla y oler ese maravilloso olor a guiso casero, me encanta. Y si te pilla con hambre, en vez de meter la cuchara y probar un poco el caldo a ver si está bien de sal, llenar la cuchara de garbanzos, judías o lentejas y ñam ñam, zampártelo aunque te estés quemando.

Cuando yo era pequeña y mi madre hacía callos a la andaluza por la tarde, para tenerlos listos para comer al día siguiente, que estaban más buenos, ella siempre me sacaba un cazo (o dos) y me los ponía para cenar. Y me sentaban de gloria, y al día siguiente vuelta a comer callos, y yo encantada, con el pan cateto al lado para mojar. Me imagino que vosotros también tenéis un plato que vuestras madres hacían el día de antes y al que no os podíais resistir de pedirle un poco nada más terminarlo. Como por ejemplo, cuando hacía natillas y me daba la cuchara para rebañar la olla, me encantaba. Ahora soy yo (¡madre mía como pasa el tiempo de rápido!) quien le da una cuchara a mi hija pequeña para que rebañe la olla.

Pues como os decía más arriba, que me voy por los cerros de íšbeda, me encanta el otoño por todos los guisos que podemos catar. Este surgió por que mi amiga Fátima me trajo más de un kilo de estas deliciosas alubias o judías frescas que acababa de traer de su huerto. Y dándole vueltas al coco pensé que con un producto tan bueno no hacían falta muchas especias ni camuflar su riquísimo y delicado sabor.

Os animo a cocinar estas alubias frescas, que aunque son algo caras, entorno a los 9 € el kilo, solo necesitaremos unos 400 gramos y merece la pena.

Elaboración:

Cortar la carne de ternera en tacos de bocado y enharinarlos. Freirlos en el aceite bien caliente hasta que empiecen a perder su color. Puede ser que si lo hacéis como yo en la olla exprés se os pegue un poco en el fondo pero no pasa nasa, eso sí, bajad la intensidad del fuego para que no se quemen.

Sacamos la carne a un plato y en ese mismo aceite echamos las verduras cortadas en trozos grandes, como veis en la foto más abajo. Rehogamos unos minutos la verdura y la sacamos al vaso de la batidora. Trituramos.

Volvemos a meter la carne dentro de la olla, y el triturado. Vertemos 1 litro de agua y echamos las pimientas, la zanahoria en rodajas y la cúrcuma en polvo. Veréis como el caldo adquiere un precioso color amarillo dorado.

Rectificamos de sal y cerramos la olla. La mía, una WMF, la tuve 15 minutos en dos anillas y luego poco a poco fui soltando el aire. Si os gusta un caldo más espeso solo tenéis que hervir el caldo con la olla abierta unos minutos hasta la textura que os agrade. Por último echar las hojas de espinaca troceadas con los dedos sobre el caldo, remover y con el calor de las alubias ya estarán hechas.

Espero que os guste la receta y me dejéis vuestros comentarios, gracias a todos por leerme.