Magro de cerdo con tomate

Como digo en la entradilla, me encanta este plato, con su magro, con su tomate bien frito y sus barquitos de pan navegando por encima y rebañando lo que queda. Casi no tengo que fregar el plato, como una patena lo dejo. Y tengo una digna sucesora, mi hija mayor, que ya apunta maneras, ja ja.

Creo que todos tenemos un plato (o unos cuantos) que cuando regresamos a casa de nuestras madres siempre le pedimos que nos lo prepare. Este es el caso del magro con tomate, ahí me veis en pleno agosto del sur de España, con 35 grados a la sombra, pidiendo a mi mami que me haga un buen perol de magro con mucho tomate. Más vale que sobre que no que falte, ¿no?

Y me pongo las botas ¡oiga!, dicen que 'sarna con gusto no pica', pues eso me pasa a mi. Sudando, pero feliz. ¿Tenéis vosotros también un plato caliente que lo coméis hasta en agosto? ¿o soy yo la única?

La carne que siempre he visto usar a mi madre en este guiso ha sido la parte magra del cerdo y siempre le salió tierna.

Este plato que hoy os enseño es una tapa típica del sur de España, sobre todo se sirve en bares de Andalucía, acompañado de un buen trozo de pan y una copa de vino o sangría.

Cuando he querido hacer un plato único le he frito unas patatas y eso está de escándalo. Eso sí, luego necesito reposo absoluto (lo que se llama una buena siesta), ya sea en la cama o en el sofá. ¡Claro!, que esto sólo me lo puedo permitir en vacaciones.

Espero con esta receta haceros unos fans incondicionales del magro con tomate como yo :-)

Elaboración:

Cortamos en tacos la carne de cerdo y la sofreímos en el aceite de oliva hasta que empiecen a dorarse.

Sacamos la carne a un plato y en el mismo aceite sofreímos la cebolla cortada en juliana unos cinco minutos. Después añadimos el tomate cortado en dados y sin piel y sofreímos unos ocho o diez minutos a fuego medio. Añadimos el azúcar.

Dorar el pimiento en tiras y el ajo en láminas a fuego medio-bajo hasta que estén dorados.

Incorporar el sofrito de tomate y cebolla triturado con la batidora y los dados de carne que teníamos apartados. Si lo preferís podéis dejar algunas tiras de cebolla sin triturar e incorporarlas después en la sartén o cazuela para encontrarla en el plato.

Hervir todo junto un par de minutos y servir.