Pan de hamburguesa

Son ya varias las ocasiones en las que he preparado este delicioso pan de hamburguesa y os aseguro que no dura más de un día en casa. Se lo comen todo antes, aunque no tenga nada en medio.

La mantequilla le da un sabor y una textura muy especial, casi como los que compramos en el supermercado embolsado, pero claro muuucho más sano, es casero.

Para guardar lo que sobra, igual que hago con todos mis panes, lo envuelvo en un paño de algodón o si tenéis una bolsa de tela de las de toda la vida para el pan, será perfecto.

Hace un año que hice una sesión de fotos igual a esta pero no sé que pasó con la cámara que me desaparecieron todas, creo que hice un reset de la tarjeta para ir a Alimentaria y ahí me las cargué todas sin darme cuenta de que no las había pasado al ordenador. Pero bueno, a lo hecho pecho y por fin os traigo los panes de hamburguesa caseros más deliciosos que hayáis probado.

O por lo menos es lo que me dicen mis hijas. La pequeña, mientras se comía su hamburguesa me dijo - ojalá no se acabara nunca esta hamburguesa mamá, por que está muuuy buena - en ese momento me puse más ancha que larga y me la comí a besos. Aunque ella quería que la dejara tranquila para seguir disfrutando de su hamburguesa, ja ja.

Con las cantidades que os indico en los ingredientes os saldrán unos 8 panecillos grandes. Yo opté por hacerlos también en formato pequeño y quedan preciosos para un tentempié. Para esta receta he usado mi Kit Burguer de Lékué, va genial y el pan queda perfectamente redondo y con dos medidas perfectas para preparar hamburguesas normales o pequeñas.

También viene con una prensa para la carne de las hamburguesas con la medida del pan, tamaño normal y pequeño. Aunque está hecho de silicona Platinum y no se pega, yo prefiero pincelar la superficie con un poco de aceite.

Os dejo una foto para que veáis lo blanquitos que quedan estos panecillos por la base en los moldes de Lékué. Preciosos ¿no?

Estoy preparando el vídeo de esta receta y pronto lo podréis ver en mi canal, os avisaré por RRSS.

Notas:

* Podéis usar levadura fresca de panadero, la cantidad sería unos 12 gramos.

* En esta receta he usado solo leche, pero también los he preparado con mitad de leche y mitad agua y están igual de buenos.

* El azúcar es prescindible pero le aporta el sabor característico de estos panecillos.

* Para que queden brillantes como se ven en algunas fotos por la red sólo tenéis que pintarlos con 1 huevo + 1 chrda. de agua.

Elaboración:

Mezclar la harina con la sal.

Hidratar la levadura en la leche y esperar a que salgan burbujas, como muestro en la foto. Esto pasará a los 10 minutos más o menos.

Batir el huevo e incorporarlo junto con el azúcar a la leche, añadir el líquido a la harina y mezclar con el gancho del robot de cocina. También lo podéis hacer a mano.

Cuando esté todo bien mezclado, ir añadiendo de poco en poco la mantequilla en textura pomada. Tarda algo en incorporarse pero es normal.

Una vez incorporada la mantequilla taparemos la masa con un trapo de algodón o con papel film transparente y esperaremos a que doble su volumen. Depende de la temperatura de vuestra cocina tardará más o menos. Yo los he preparado en verano y a la hora ya había duplicado su tamaño, pero en invierno puede llevarnos hora y media o dos. Podéis acelerar el proceso encendiendo el horno a baja temperatura unos segundos, apagarlo y dejar la masa dentro del bol tapada.

Hacer porciones de 100 gramos para los panes grandes y de unos 40 gramos para los pequeños. Bolear las porciones para darle forma redonda y colocar en los moldes pincelados con aceite de oliva. Volver a dejar levar tapados. Encender el horno fuerte a unos 200º C con calor arriba y abajo. Pincelar los panes con leche y echarles por encima sésamo blanco, sin tostar.

Hornear a 180º C unos 16 minutos o hasta que tengan un ligero color dorado.

Sacar del horno y unos minutos después de los moldes, colocarlos sobre una rejilla y dejarlos enfriar.