Cuando en mi anterior receta averigí¼é que la remolacha era utilizada en la elaboración de pasteles, se me encendió una bombillita.
Y, mira por donde, comprando en la frutería vi unos magníficos ejemplares de remolacha roja o de huerta.
Compré un manojo y, cuando ya los tenía en la cocina de casa, me pregunté: ¿Y qué hago yo con esto? Algo se me ocurrirá seguro!
Como en casa estamos un pelín saturados de dulce y pronto llegará la navidad con todos sus dulces típicos, se me ocurrió hacer un pan con remolacha. Además de quedar muy rico y jugoso le dará un color muy peculiar -'chuli' como dirían mis hijas-.
Algo que desconocía es que la remolacha es una planta bianual, es decir, que el primer año da una raíz carnosa y azucarada y el segundo produce las semillas.
Lo normal es que se consuman crudas o hervidas. También encontramos la remolacha en bote aderezada con vinagre, que normalmente utilizamos en España para las ensaladas.
La proporción de azúcar dependerá de la cantidad de luz solar que reciban sus hojas.
Para este pan del molde utilicé una remolacha -y aún quedan dos más que probaré a comer hervidas-.
También usé media cucharadita de canela que olvidé poner en la foto de los ingredientes.
Elaboración:
Hervimos la remolacha sin piel hasta que esté blanda.
Templamos la leche en el microondas y disolvemos la miel y la levadura en ella.
Tamizamos las harinas, la leche en polvo y le añadimos la sal. Trituramos la remolacha cocida y le añadimos la canela en polvo.
Vertemos la leche aderezada sobre la remolacha y movemos. Ahora incorporamos los ingredientes líquidos sobre los sólidos y mezclamos hasta conseguir una masa elástica. Ya en la mesa de trabajo incorporamos la mantequilla en pomada y amasamos unos diez minutos.
Guardamos en un lugar fuera de corrientes, tapado (yo lo tapé con papel film transparente en el horno).
Cuando doble su volúmen, aproximadamente a la hora u hora y media volveremos a amasar y pondremos en el molde de pan (yo he usado uno de 35 cm.) para que vuelva a subir por segunda vez.
Transcurridas otra hora u hora y media metemos en el horno a 180º C. Comprobaréis que ha crecido mucho y se ha salido del molde, es normal. Horneamos unos 40 minutos, comprobando hacia el final de la cocción que por el centro esté hecho, para ello pinchamos con un palito o brocheta que ha de salir limpio.
Para que la corteza tenga un poco de brillo yo lo pinté con leche azucarada cuando salió del horno. El peso de mi pan ha sido de 1.240 grs.
Es un pan de olor dulzón y su miga tiene bastante humedad, aportada por la remolacha. Nosotros lo hemos comido tostado con mermelada o crema de cacao, buenísimo.
Si lo ponéis en práctica, espero vuestros comentarios.
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