Plato para 4 personas/Preparación: 75 min

Este sopa me recuerda mucho a una que hací­a mi abuela Juana en el pueblo, cada fin de semana. Por la mañana, me mandaba a comprar una gallina a la tienda de la señora Agustina, una vecina que las criaba en un corral, al fondo de su casa.

A mí­, me hací­a esperar en el portal de su casa, que hací­a también las veces de tienda de ultramarinos, para que no viera cómo la mataba y desplumaba. Aunque nunca me ha dado asco ver estas cosas, quizás por que lo veí­a natural, aun siendo una niña. Hoy dí­a mis hijas ven algo parecido y se llevan media hora diciendo - "que aaasco, que aaasco mamá, yo no me comeré eso". Quizás porque todo viene envasado y sin rastro de plumas ni sangre. Seguro que os suena esto que os cuento.

Le entregaba la gallina a mi abuela y ella enseguida poní­a mucha agua en una gran olla y echaba la gallina además de otros ingredientes, como zanahoria, patata o tocino. O por lo menos estos eran los que yo veí­a luego en mi plato. Para quien quisiera un huevo en la sopa, ella lo estrellaba en el caldo y esperaba a que cuajara para apagar el fuego de la olla.

Hace unas semanas vi en televisión al cocinero Juan Pozuelo preparar una sopa similar a la de mi abuela, así­ que, se me encendió la bombilla y no tuve más remedio que hacerla al dí­a siguiente.

Es una sopa muy completa con un sabor riquí­simo y suave, con sustancia, como dirí­a mi abuela. Hice más caldo del necesario para poder congelarlo y tener para otra ocasión. Mi abuela no le poní­a ni espinacas ni tomillo, pero me ha parecido un acierto y se lo he copiado al chef Pozuelo.

Echar en agua la alubia la noche anterior. A la mañana siguiente con las alubias bien hidratadas poner en una olla estas y agua salada. El agua deberá superar las alubias unos tres dedos. Ponerle el laurel y el tomillo. Una vez que empiece a hervir espumar el caldo y continuar con la cocción unos 45 minutos a fuego medio y tapadas.

En otro cazo hervir la gallina con la patata entera y un pellizco de sal hasta que esta esté tierna. Sabremos que está tierna cuando pinchemos con un tenedor y se introduzca con facilidad.

Cuando la temperatura de la gallina nos lo permita, la desharemos en tiras con los dedos. Desechando los huesos. Incorporar la gallina en tiras y la patata hervida y machacada a las alubias.

Incorporar los dientes de ajo enteros y el aceite, hervir 8 minutos. Si se os queda corto de agua, podéis añadir agua de la cocción de la gallina y la patata.

Batir los huevos e incorporárselos en hilo, moviendo con una cuchara a la vez. Incorporar las espinacas y hervir 2 minutos más. Con el calor residual se terminará de hacer. Comprobar de sal.

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