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Tarta de chocolate y crema de frambuesas para celebrar San Valentín

Plato para 12 personas/Preparación: 180 min

Ingredientes:

Bizcocho

3 huevos L

400 gr. de harina común.

2 cdtas. de levadura química.

1 cdta. de bicarbonato de sodio.

240 gr. de azúcar moreno.

70 gr. de cacao puro Valor.

1 cdta. de sal.

240 ml. de buttermilk.

100 ml. de café.

120 ml. de aceite de girasol.

2 cdtas. de pasta de vainilla.

Crema relleno

325 gr. de queso crema.

80 gr. de azúcar glas.

20 ml. de leche entera.

3 hojas de gelatina.

10 frambuesas.

colorante rosa en pasta.

Merengue suizo de mantequilla

Ver receta publicada.

Salsa chocolate

75 gr. de chocolate cobertura 52%

75 ml. de nata 18% m.g.

Almíbar

200 ml. de agua.

180 ml. de azúcar blanquilla.

Decoración:

1 cajita de frambuesas (125 gr.)

Tarta de chocolate y crema de frambuesas para celebrar San Valentín

Creo que llevo como cuatro años queriendo hacer una tarta de chocolate rellena de crema y que ésta tuviera frambuesas. Me encanta el contraste del ácido de la frambuesa con el sabor dulce del bizcocho de chocolate.

Es mi segunda tarta de goteo o que chorrea chocolate, como la queráis llamar, en inglés suena mejor --> drip cake, y le estoy cogiendo el gustillo. Tengo mucho que mejorar, lo sé, pero las hace tan apetecibles...¿no creéis?

He de confesaros que no me ha quedado el goteo como yo quería, creo que tendría que haber dejado unos minutos la tarta fuera de la nevera para que se atemperara el merengue suizo de mantequilla y no me solidificara tan pronto el chocolate que le eché por los bordes. Pero eso sí, os digo ya, que estaba deliciosa, o está, por que aún tengo la mitad en la nevera.

El bizcocho que sale es bastante grande, además de estos cuatro discos de bizcocho he guardado la panza que les salieron a mis bizcochos (a pesar de haberlos horneado a 170º C) para hacer unos cakes pops, que a mis hijas les encantan. Aprovecho lo máximo todo lo que sobra.

Quizás mi horno ya está viejito y haya que cambiarlo, creo que caliente más de lo que yo lo programo, ummm.

Solo me queda desearos un felíz San Valentín, y para los que no tenéis pareja pues que disfrutéis del amor de vuestra familia, vuestro perro/gato o loro ;-), ese día y el resto del año, que no solo necesitamos amor el 14 de febrero. ¿No creéis?

Elaboración:

Empezaremos por tamizar la harina con la levadura, el bicarbonato, el chocolate puro en polvo y la sal.

En el bol del robot amasador batir los huevos hasta que doblen su volúmen a velocidad media-alta, para ello los huevos deberán estar a temperatura ambiente. A continuación añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que desaparezcan los granitos. Veréis que sigue subiendo de volúmen. Añadimos la pasta de frambuesas o fresas, yo tenía fresas y fue esa la que puse. Le vertemos a velocidad lenta el aceite de girasol, el café y el buttermilk.

El buttermilk si no lo encontrais hecho en el supermercado lo podemos hacer templando la leche entera y añadiéndole una cucharada de zumo de limón. Esperamos 10 minutos y cuando esté cuajada la leche y veamos que se ha separado el suero de la leche, ya estará.

Incorporamos ahora en tres veces el sólido sobre el líquido, usando las varillas a velocidad muy lenta o a mano.

Enharinamos dos moldes (o tres si los tenéis iguales, yo solo tengo dos) de 18 centímetros y horneamos con el horno precalentado a 170º C durante unos 35 minutos. O cuando al pincharlos el palito salga seco.

Cuando estén fríos los filmamos con film transparente y los guardamos en la nevera hasta la hora de montar la tarta.

Para hacer la crema de relleno pondremos en el bol del robot la crema de queso, que habremos sacado al menos media hora antes de la nevera, y la batiremos junto con el azúcar glas, 10 frambuesas y un poco de colorante rosa, una punta de palillo será suficiente.

Hidrataremos las hojas de gelatina en agua fría 10 minutos. Le incorporamos al queso y el azúcar glas la mantequilla en pomada y seguimos batiendo hasta que se haya integrado por completo. Por último le añadimos la leche con las hojas de gelatina disueltas. Para ello calentaremos la leche lo justo para que podamos deshacer las hojas de gelatina. Esperaremos a que se temple y lo añadiremos. Batiremos bien y llevaremos la crema al frigorífico al menos 45 minutos removiendo de vez en cuando. La gelatina la añado para que quede firme sin añadir tanta mantequilla.

Mientras se enfría la crema haremos el merengue suizo de mantequilla, que para los que me seguís por Instagram ya habréis visto que esta vez me ha costado un mundo y que al final he descubierto que aunque no me haya montado el merengue, al añadir la mantequilla queda igual.

Para el merengue suizo pondremos un cazo con agua hirviendo y encima las claras con el azúcar en otro cazo. El agua no debe tocar el recipiente donde tenemos las claras. Removeremos hasta que el azúcar no se note. Teniendo en cuenta que no debe de pasar los 60 grados centígrados ya que se cocerían las claras y no queremos eso. Para ver si ya está podemos coger un poco de líquido con los dedos y si ya no se notan los granos de azúcar ya estará.

Llevamos las claras al bol del robot y con la varilla lo batiremos a velocidad media-alta hasta que se formen picos en el merengue. Paciencia, esto nos llevará al menos 10 minutos y si no se os monta, no padezcáis. Al incorporarle la mantequilla en pomada (cambiar el accesorio de la varilla por la Ppala K) y batir y batir a velocidad media se hará. Parecerá que se ha cortado, pero no, seguiremos batiendo hasta que poco a poco veréis que se forma una crema lisa y sedosa. Nuestro merengue suizo de mantequilla ya estará. Ahora le podéis poner un poco de colorante rosa y si queréis unas cuantas frambuesas, para que se vea que lleva frambuesas frescas.

Para montar la tarta, cortamos los discos iguales, yo utilizo una lira, y los vamos calando con el almíbar que ya tendremos que tener frío.

Ponemos la crema que habíamos preparado de queso encima de cada disco, añadiendo además frambuesas por toda la superfície. Así hasta completar todos los discos. Lo llevaremos a la nevera para que se enfríe una media hora. Lo sacaremos y le daremos una primera capa tapamigas de merengue suizo. Lo volvemos a llevar a la nevera quince o veinte minutos y ahora le daremos la última capa de merengue, alisando lo máximo posible la superfície de nuestra tarta. Para ello podéis usar una espátula o un alisador que venden en tiendan especializadas. A las malas la regla del cole de tu hijo te valdrá, ja ja.

Por último, haremos un chocolate ligero llevando casi al punto de abullición la nata y añadiendo el chocolate troceado. Esperaremos a que temple, lo pondremos en una manga pastelera a la que le haremos un pequeño agujero e iremos derramando o chorreando el chocolate por el borde de nuestra tarta. Lo adornaremos con unas frambuesas sobre un poco de chocolate y si os apetece poner alguna palabra especial para este día, pues la ponéis, yo puse Love.

¡A disfrutar!